Voces Juveniles y Fiambre de Cuentos – Enrique Godoy Durán
Q55.00
No nos atrevimos a entregar la mochila con su carga mortífera,a las autoridades del pueblo, menos informar del hallazgo. Nos fuimos directos al cerro que está enfrente del pueblo San Crispín. En la cima, cavamos un agujero de 50 metros de profundidad en el fondo del mismo, dejamos caer la mochila. Tapamos el agujero con cajas de ocote, y ramas y hojas secas de los arboles cercanos, bañamos con gasolina el hoyo y le prendimos fuego,